El domingo me fui a dar una vueltecita por el Museo Dolores Olmedo, aprovechando no solo pa' pasearme por sus tan bonitos jardínes y cotorrear con los pavorreales sino para ver la exposición de Kishio Murata.
Murata fué un artista japonés, iniciador del movimiento abstracto japonés, no se si el ser japonés con toda su cultura y percepción de la vida le dio aun mas punch a esa capacidad tan magnífica por la abtracción. Pues resulta que Murata llegó a nuestro país por invitación de Alvaro Carillo Gil en 1964 y aquí permaneció hasta el día de su muerte en 1992 y pues lo que más le gustaba al artista japonés de México era que no conocía a nadie por lo que se podía dedicar todo el tiempo a pintar.
En cuanto a su obra no hay una ruptura grave de lo que hacía en Japón a lo que vino a hacer a México, la técnica era la misma, lo que si se puede notar es el cambio en los colores que utilizó ya estando en México, mucho mas vivos, de hecho con solo ver los cuadros uno se puede percatar cuando ya se encontraba radicando aquí, y en efecto no mintió Murata, hizo abtracciones de lo que vió en México, sus playas, sus fiestas, sus colores, su alegría.
Definitivamente un hombre que amaba la vida con todas sus gamas de colores, dense una vuelta es una exposición bastante feliz!!!
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